martes, 9 de agosto de 2016

EL ÚLTIMO LIBRO

El escritor francés Michel Houellebecq dice que “los filósofos hablan mucho del amor, porque no tienen tiempo para practicarlo”, sin embargo Fernando Savater es una ejemplar excepción a esta afirmación.  “Aquí viven los leones. Viaje a las guaridas de los grandes escritores” es el título del que ha anunciado como su último libro, en él comparte por primera vez coautoría con su esposa, recién fallecida, Sara Torres a quien dedica un conmovedor prólogo que refleja el inmenso amor que sentía por su compañera de vida y de viajes, escrito, como él mismo dice, entre “lágrimas de amor y de gratitud por haberla conocido”.


La mayoría  de las veces los escritores nunca están conscientes de cuál será su último libro, Savater por el contario lo tiene muy claro, ha perdido a su compañera y su inspiración y por ello este recomendable libro pone el punto final a su larga trayectoria en las letras, sin duda ésta es la mejor forma de cerrar su ciclo, pues es también una declaración de amor a la literatura donde los lectores tienen la oportunidad de realizar, de la mano de los autores, un periplo por los lugares más emblemáticos de ocho famosos escritores: William Shakespeare, Stefan Zweig, Ágatha Christie, Edgar Allan Poe, Alfonso Reyes, Gustave Flaubert, Ramón del Valle-Inclán y Giacomo Leopardi. El recorrido por su vida y sus sitios están enmarcados con fotografías a modo de las postales que era costumbre enviar a amigos o familiares cuando se realizaba un viaje. Es así como podemos conocer el hogar, habitaciones, colegios y otros diversos lugares donde pasaron gran parte de su vida, o las multi visitadas lápidas y  tumbas donde hoy descansan sus restos. En cada autor se desvela su  lado íntimo y mundano, poco conocido y relevante para la valoración de sus obras, pero interesantísimo para los ojos de cualquier bibliófilo.

Las guaridas de los grandes escritores siempre están marcadas por la escritura, sus libros y sus romances, sin duda Savater ha pensado que la mejor forma de decir adiós a todos ellos es precisamente con estas últimas páginas a manera de homenaje y diciendo: “Yo sólo escribía para que mi mujer me leyera y ahora que no está no tiene sentido”, ¿acaso esto no desmiente a Houellebecq?, es Savater un apasionado filósofo prendado de la literatura que tuvo la fortuna de combinar su tiempo con sus dos grandes amores y por eso no debemos dejar de leer su último libro.

Publicado en Milenio Novedades, Mérida, Yucatán a domingo 31 de Julio de 2016.

jueves, 4 de agosto de 2016

CARTAS A UN ESCRITOR

La correspondencia en el siglo XIX fue la forma tradicional para entablar todo tipo de relaciones sociales,  las amorosas y prohibidas, como también las propias entre un escritor y sus lectores, que fueron más comunes de lo que podríamos imaginar. 
En 1846, Flaubert tenía 24 años, comenzaba a escribir su célebre novela Madame Bovary. Cierto día la escritora Louise Colete, once años mayor, realiza una de sus acostumbradas fiestas en los salones literarios, acude a ella el joven escritor y basta decir que a partir de entonces da inicio una apasionante y epistolar relación prohibida, más de tres mil cartas, en las cuales no sólo se habla de amor, sino de todo el proceso creativo y teórico narrativo del autor; lamentablemente las cartas de Louise a Flaubert fueron destruidas por su sobrina, quien las consideró inmorales y sólo se conservan las que el autor envió con ferviente pasión, evidentemente más por la literatura que por su amante,  hasta 1855. 
Pero Flaubert tuvo más de una lectora con la cual mantuvo comunicación epistolar: en 1856, ya publicada Madame Bovary en la revista literaria Revue de París y con el latente riesgo de censura, recibe una carta de la escritora Marie-Sophie Leroyer de Chantepie, autora de varias novelas, quien le declara su completa admiración, a la vez que le confiesa la fuerte identificación que encuentra con su protagonista femenina; el escritor, quien siempre ha desvalorizado el trabajo literario de las mujeres, considera un poco superficial y fútil la misiva, pero con el paso de los días y la insistencia de la autora comienza una prolongada amistad, meramente epistolar,  en la cual se discute sobre todo la relación entre la vida y la lectura; todo esto motiva a Mario Vargas Llosa a regalarnos el ensayo altamente recomendado 'La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary', basado en una declaración del autor: 'La única forma de soportar la existencia consiste en aturdirse con la literatura como en una orgía perpetua. El vino del Arte causa una larga embriaguez y es inagotable'.



Madame Bovary marcó una independencia para las mujeres lectoras del siglo XIX, más que condenada por querer convertir su vida en una de las novelas románticas que lee desde pequeña, es el impulso de atreverse a ir más allá de los convencionalismos lo que la universaliza. Flaubert, enamorado más de la literatura que de la vida, haya tenido una intensa producción epistolar con mujeres que contribuyeron para construir una imagen renovadora de lo femenino. No se sabe, pero sin las cartas de Colete y Leroyer, la vida literaria y amorosa del escritor seguramente no hubiera sido la misma.

Publicado el Domingo 3 de Julio de 2016 en el periódico Milenio Novedades, Yucatán.