jueves, 13 de diciembre de 2012

Las mujeres que nunca serán “Mujer del Año”

Un “faro de esperanza sobre lo que será la política hacia las mujeres” fue como definió la “Mujer del año 2012”, la magistrada electoral María del Carmen Alanís, al Presidente Enrique Peña Nieto por quien poco tiempo atrás, de acuerdo con Arturo Rodríguez García, “elaboró una especie de decálogo en el que expuso las razones por las que la elección era válida frente a las acusaciones de compra de voto, recursos excesivos e intervención de entidades privadas, así como desvío de recursos públicos a la campaña del priísta”, razón suficiente para merecer tan distinguido y opulento reconocimiento que, dicho sea de paso, consistió en “una presea de fino cristal” y un anillo de brillantes con el sello de la casa Tiffany and Co., preseas que adornaron a la galardonada durante su discurso en el que, según Rodríguez García, “aludió a las mujeres en desventaja, a las víctimas de trata, a las levantadas por los grupos del crimen para ser esclavas sexuales y en fin, a todas aquellas que, aunque no lo dijo, no saben que hay joyas que tienen nombre.” Merecido o no estos reconocimientos nos hacen reflexionar en torno al papel de las mujeres mexicanas a lo largo del tiempo y en distintos espacios por los cuales se han abierto camino y han logrado posicionarse en esferas públicas y privadas importantes en la sociedad. En el caso específico de la participación de las mujeres en el sindicalismo, con desagradables excepciones como el de la dirigente del SNTE Elba Esther Gordillo quien no es precisamente el mejor ejemplo de esta participación sindical democrática y a favor de los derechos de los trabajadores de la educación, pero sí un buen ejemplo de los sindicatos blancos, las mujeres han tenido una participación importante, pero no necesariamente igualitaria dentro de los sindicatos. Hoy en día esta situación poco a poco ha ido cambiando, lento pero cada vez con pasos más fuertes, como indica la socióloga Inés González Nicolás “El movimiento obrero ha cambiado, hoy lo integran hombres y mujeres que forman parte de su membresía, que aportan cuotas sindicales y que esperan de la conducción que afronte los cambios en el trabajo y la construcción de una democracia donde todos estén incluidos.” Recordemos que las mujeres en México comenzaron a involucrarse en la lucha sindical desde mucho antes de que pudieran si quiera ingresar al sector laboral, muestra de lo anterior fue su activa participación en el Movimiento Ferrocarrilero de 1958 encabezado por Demetrio Vallejo y que Elena Poniatowska, en su novela titulada El tren pasa primero, recrea a través de la ficción con tintes de realidad la valiente participación de las mujeres en este movimiento. En la novela, el personaje de Silvestre Roldán menciona “Las mujeres son nuestra brigada de choque” y el narrador resalta diciendo “las mujeres se enfrentaban a los esquiroles lanzándoles insultos, monedas y tortillas duras y la más vieja enarboló sus calzones y gritó aventándoselos a la cara al maquinista al servicio de la empresa: -Póntelos, cobarde, a ver si te enseñas a luchar como los hombres”. Mujeres valientes, mujeres dispuestas a luchar por sus derechos, mujeres sin miedo a la represión, la opresión y la desigualdad que por años llevaron a cuestas, son las mujeres que luchan no sólo por ellas, luchan por sus hijos y, en ocasiones, por los mismos hombres: “Una de ellas, parada a media vía, se mantuvo con los brazos en alto durante más de una hora y evitó el arranque de la locomotora. Gritaba desgañitándose: No vamos a permitir que maten a nuestros hombres” (Poniatowska). Lo que aquí quiere resaltar Poniatowska es la valentía de las mujeres, en ocasiones por encima de la de los hombres, y es que la realidad reafirma lo que envuelto en ficción muchas veces descubrimos en la literatura. Es el caso de Julia Lorenzana “La hermana obrera” de las ligas maderistas, como la llaman Romeo y Rubén Frías Bobadilla, quienes mencionan vivía en el puerto de Progreso a inicios del siglo XX, y acudía a todas las reuniones de carácter obrero de la Liga Francisco I. Madero portando siempre un estandarte sindical y con toda la voluntad de apoyar a la causa con todo lo que conllevaba, en esa época, realizar tan valiente acción. Más recientemente, en 2010, el caso de la Secretaria General del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de Yucatán, Patricia Solís Reyes, es otro ejemplo de mujeres valientes al iniciar una huelga de hambre en espera de respuestas a sus demandas que incluían cese del acoso laboral y hostigamiento contra todas y todos los trabajadores del Poder Judicial. El ejemplo de estas dos mujeres, que seguramente nunca hubieran podido añorar ser nombradas “Las mujeres del año”, como el de muchas otras mujeres que se distinguen por su valentía, su entrega y dedicación en busca de una mejor calidad de vida para sus familias debe servir para que muchas más mujeres se enfrenten a los retos que el siglo XXI nos ofrece a todas; es paradójico que hoy en día con más oportunidades en áreas donde antes era impensable tenerlas, no exista una participación y presencia importante de mujeres, porque ahora algunas ponen como pretexto el que fuera el principal argumento de los hombres para oprimir a las mujeres, relegarlas al hogar y el cuidado de los hijos. Las mujeres que nunca serán mujeres del año son las cientos y miles de mujeres que luchan todos los días por sacar adelante a su familia, que luchan por sus derechos y el reconocimiento de su trabajo, porque lo reconozcan o no, como dice de nuevo el personaje de Poniatowska, Silvestre Roldán: “Son bien valientes las pinches viejas”. Publicado el 12 de diciembre en Por Esto!

sábado, 22 de septiembre de 2012

Yucateca destaca en premio de promoción a la lectura

La yucateca Rosely Quijano León obtuvo una mención honorífica del Premio al Fomento a la Lectura "México Lee 2012". La Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán envió una felicitación a la Mediadora de Salas de Lectura de Yucatán, quien presentó un proyecto para promover este hábito entre la sociedad. De acuerdo a la información oficial, su labor incluye el acercamiento a los libros a través de la imaginación y la creatividad literaria en adolescentes y jóvenes del Cobay de Kanasín. De acuerdo al blog de la ganadora, es licenciada en Ciencias Antropológicas con Especialidad en Linguística y Literatura, tiene un diplomado en Estrategias de redacción y tiene estudios de maestría. Publicado el 20/09/2012 en http://www.unionyucatan.mx/article/yucateca-destaca-en-premio-de-promocion-la-lectura

domingo, 29 de abril de 2012

SIMONE DE BEAUVOIR: UN VIAJE DE PLACER

Huellas de Francia en Yucatán Simone de Beauvoir, un viaje de placer Durante el gobierno de Salvador Alvarado se llevó a cabo en Yucatán el Primer Congreso Feminista de México y el segundo de Latinoamérica. Con el lema: Para que puedan formarse generaciones libres y fuertes es necesario que las mujeres obtengan un estado jurídico que las enaltezca, se convocó a ese primer Congreso, inaugurado el 13 de enero de 1916 en el Peón Contreras, con un comité organizador encabezado por Consuelo Zavala.
Durante el Congreso se presentaron opiniones encontradas en torno al papel de la mujer en la sociedad; el mismo Alvarado no se mostró satisfecho con los resultados, porque el tema del derecho a voto de la mujer no se consolidó. No obstante, este Primer Congreso Feminista marcó la pauta para realizar un Segundo Congreso, de carácter nacional, con el tema del derecho al voto en la mujer y obtuvo mejores resultados que el anterior. Sin embargo, sabemos que este derecho como tal fue otorgado a las mujeres mexicanas hasta 1953. Definitivamente, estos dos congresos marcaron la pauta de la liberación de la mujer en nuestro país y los primeros brotes del feminismo en el Estado. Tan sólo ocho años atrás, en 1908, al otro lado del mundo, en París, nació quien años más tarde sería la principal figura del feminismo en el siglo XX, Simone de Beauvoir. La novelista francesa influyó en la filosofía con ideas que plasmó en varias de sus obras autobiográficas, entre las cuales destaca La ceremonia del adiós, donde evoca los últimos días de la vida de Jean Paul Sartre, su pareja por varios años, y en la que plasma reflexiones acerca de la muerte. La relación que perduró casi treinta años entre la escritora y el filósofo, estaba fuera de todos los convencionalismos de la época, ya que acordaron que su amor sería absoluto, de manera que su mayor valor fuese la libertad, incluso sexual, por lo que no deben extrañar las relaciones que ambos mantuvieran con otras personas. Invitada como profesora, en 1947 Simone de Beauvoir llegó a Nueva York y en Chicago conoció al escritor norteamericano Nelson Algren con quien sostuvo un romance que desemboca en una larga correspondencia por parte de ella, con más de 304 cartas, publicadas posteriormente en 1999, bajo el título de Cartas a Nelson Algren. Sus páginas aluden a un viaje que emprendieron a lo largo de México y Centroamérica y cuyas impresiones quedarán plasmadas en su novela Los mandarines, por la cual obtuvo el premio Goncourt. A principios de mayo de 1948 la pareja comienza su viaje por varios lugares de Estados Unidos hasta que abordan un avión de Nueva Orleáns que los lleva directamente a Mérida. En una carta dirigida a Sartre narra sus impresiones de este lugar y comenta que: “le gusta que Mérida no acuse influjo estadounidense. Le gustan los flamboyanes, las nubes suntuosas, la frescura de las palmeras y la brevedad de las lluvias. Dan un largo paseo en calesa y asisten a una pelea de box, afición de Algren”. Se dice que también visitaron Uxmal y Chichén Itzá, cuyos templos y pirámides les asombran. Parten a Guatemala y regresan a la Ciudad de México, donde visitan otros estados. En una de las cartas donde narra sus experiencias de este viaje, comenta a Sartre: “Esperaba poco de México, pero es mejor de lo que imaginaba”. Este viaje de Simone de Beauvoir a México, además de placentero, como ella misma expresa en sus cartas, sirvió de inspiración para su novela Los mandarines, a pesar del enojo de Algren al verse reflejado en el personaje de Lewis Brogan, pero también para darse cuenta de que no podía dejar de regresar inevitablemente a los brazos de Sartre. La pareja vuelve a reencontrarse y separarse en diferentes ocasiones. En 1949 ella publica el libro que más repercusión ha tenido, en especial para el feminismo, El segundo sexo. Afortunadamente la visita de la escritora a Yucatán quedó registrado no sólo en las cartas y las novelas inspiradas en esta tórrida relación y este viaje placentero, sino también en el diario de viaje que redactaran juntos y que hoy en día se encuentra en la Universidad Estatal de Ohio. Y si bien sólo visitó Simone de Beauvoir Yucatán en un viaje de verdadero placer, la huella que han dejado sus letras y su imagen misma, siguen vigentes y sigue siendo tan revitalizante para las mujeres yucatecas lectoras de hoy en día, como quizás lo fue años antes el Congreso Feminista al que convocó Alvarado. Referencia: Vargas, Rafael (2008) "Simone de Beauvoir y su viaje a México". En Revista "Proceso". Publicado en Periódico Por ESto! Viernes 27 de abril de 2012

sábado, 24 de marzo de 2012

LA POESÍA: ESPACIO ÍNTIMO ENTRE LAS LETRAS Y LOS JÓVENES

La juventud, la adolescencia, esa etapa de la vida por la que algunos ya hemos pasado y otros apenas están entrando es, a mi parecer, una de las mejores etapas para adentrarse en la lectura literaria y, en específico, de la poesía, porque es el período de la incomprensión, la soledad, el aislamiento, la rebeldía; y la lectura literaria ¿no es acaso una de las mejores vías o caminos de escape por medio del cual el deseoso y el radical pueden huir o evadirse? , “leer en la adolescencia puede ser bueno, o más que eso, puede ser un refugio” .
La poesía, en particular, como menciona Carmen Barrientos, “nos abre a la recepción estética, entendida ésta como una experiencia gratificante, estrechamente vinculada a la belleza del lenguaje, que tiene como fundamento la construcción de sentido” , de ahí la importancia que radica en la didáctica de la poesía, porque como sabemos es en la escuela donde, por lo general, se brindan los primeros acercamientos a la producción literaria y poética concretamente, muchas veces la falta de una adecuada planeación o proyección puede resultar caótico para los alumnos que se sienten imposibilitados para acceder al mensaje del texto poético, esto por supuesto, sucede cuando el profesor desconoce tanto la producción poética como el interés y el nivel de comprensión de sus alumnos. La poesía cuando es presentada como primera instancia como un texto donde la función poética y estética están claramente reflejadas, pero que para el alumno-receptor es un texto incomprensible, lo único que resulta es una frustración de ambos partes, del alumno por no lograr “captar” esa belleza estética y el mensaje del que tanto énfasis pone el profesor o el libro de texto y, por supuesto, del profesor ante la mirada impávida de los alumnos que no logran captar lo bellamente plasmado en ese poema, y, tal vez, un tercer frustrado, podría ser el autor porque tal vez su texto no ha sido conducido de la manera más adecuada, pero lo bueno es que éste último difícilmente se entere, así que la frustración se queda en el aula, pero en realidad no, va más allá, porque ese alumno ya no verá en la poesía una posibilidad de refugio, de inspiración , de desahogo y posibles opciones de lectura. La poesía, como toda la literatura contiene una amplia gama de diferentes tipos, temas, sensaciones, palabras, ideas, que si no es presentada de una manera adecuada se convierte para el adolescente en algo lejano, en el texto inaccesible que se lee por obligación y que nunca se busca para leer en soledad. Más que enseñanza de la poesía, la escuela debe ser un acercamiento a ella, el profesor debe ser más un mediador o especie de cómplice o Celestino entre el texto poético y el adolescente, pensando siempre en las palabras de Andreu Martin que nos dice: “Todo texto tiene un mensaje, tanto si queremos dárselo como si no, y cuando nos dirigimos a los jóvenes debemos ser conscientes de que, además de enseñarles a disfrutar leyendo, también les estamos enseñando a disfrutar pensando y a disfrutar sintiendo, que son consecuencias inseparables de la lectura, y hay que vigilar qué pensamientos y sentimientos les transmitimos” . De tal forma que la lectura de poesía se convierte en una actividad lúdica y fascinante si, por ejemplo, se elige el texto adecuado, se lee en voz alta o se apoyan de los medios audiovisuales a los que fácilmente podemos acceder hoy en día, la poesía tiene la magia de que entra por los ojos y los oídos y sus letras melodiosas impactan, en definitiva en el receptor-oyente. De ahí, el alumno seguramente pasará a la lectura en silencio, la que le aporta otros momentos, otros sentimientos, la que él mismo busca como una especie de refugio, el poema puede convertirse en el aliado del incomprendido, del solitario, del despechado, del melancólico, y de casi todos los adolescentes que están pasando por “una edad a flor de piel” tal y como titula Marina Colasanti un estudio sobre la lectura en los jóvenes y donde nos dice: “El adolescente es criatura de dos cabezas, oficialmente autorizada a ser niño adulto y niño al mismo tiempo. Y busca ferozmente la individualidad, lucha para insertarse en el colectivo” .


El papel del profesor de mediar entre el poema y el adolescente no es tarea fácil pero sí muy estimulante y placentera, los jóvenes son por excelencia creativos, dinámicos y críticos, por lo tanto, no sería justo dejarlos únicamente con la lectura del texto poético sin, obviamente, motivarlos a escribir los propios, teniendo siempre plena conciencia que el objetivo no es formar poetas ni escritores, sino simplemente jóvenes que expresan con un lenguaje poético sus emociones, sentimientos, preocupaciones, y a esa edad sorprende ver de lo que son capaces, sorprende porque realmente para ellos encontrar un medio por el cual pueden escribir libremente, sin censuras, sobre lo que sienten, se convierte en un catalizador de las emociones propias y ajenas, resultan muchas veces poemas super cursis y plagados de imágenes simples y lugares comunes, pero no hay que olvidar que son jóvenes, pero también surgen textos que plasman o se acercan mucho más al ideal poético, a lo estético, que brillan entre los otros poemas y se hacen únicos y apreciables por todos. La experiencia en el aula es siempre motivadora y estimulante, sentirse creadores de un texto hace a cualquiera sentirse especial, en la niñez, en la adolescencia y hasta de adulto, por lo tanto, la función del profesor nunca es desestimar los trabajos por buenos o malos que sean, esa es tarea tal vez del tallerista, del oficio formal de escritor y de otros, pero en el aula se estimula a todo aquél que fue capaz de expresarse, de desarrollar su competencia literaria a través de un texto poético que tiene implícito algo muy personal, y de una edad muy particular.


Por último, quisiera compartir una experiencia didáctica que para mí ha resultado más que motivante y placentera, en bachillerato en el cuarto semestre en el programa de Literatura II, se aborda el género lírico y se trabaja con el paradigma de las competencias, en este caso, se busca desarrollar su competencia literaria, así que una dinámica interesante como proyecto, porque en el marco de la Reforma Integral de la Educación en el nivel Medio Superior, se trabaja primordialmente con proyectos, los alumnos han realizado uno que denomino “Mi antología poética” que consiste en que ellos elijan primeramente un tema de su interés, casi siempre elijen el amor, pero también han elegido temas como la vida y la muerte, la naturaleza, lo gótico, los ángeles, el mundo fantástico, vampiros, lo religioso, entre otros, y ellos deben buscar poemas que aborden esa temática, así realizan su antología y al final, incluyen un poema de su propia autoría, realizan una edición de un pequeño libro artesanal que se convierte no sólo en su “tarea” o proyecto, sino en algo muy personal porque son los poemas que ellos han elegido por su gusto y por el placer que les causa leerlos, han puesto de sí al crear su propio poema inspirados por la lectura de los que eligieron para incluir en su antología y además el toque personal al crear su libro-antología artesanal. Todo esto desemboca en un producto invaluable que va más allá de los puntos que pudiera y se deben asignar a un trabajo tan personal que la mayoría conserva como esa manera de apropiación de un libro-objeto en el que participaste activamente en su elaboración. La literatura conlleva, como dice Graciela Montes, tres fantasmas que son “especialmente poderosos y devoradores: la escolarización, la frivolidad y el mercado”, la escuela o más bien los procesos escolares, como la calificación, no encajan con transmitir el placer de la lectura, con la subjetividad de la misma, sin embargo, este tipo de dinámicas significativas acercan al alumno a la poesía y a la lectura, el destello de una palabra se hace evidente cuando el alumno disfruta la lectura poética, el placer de leer, pero también el placer de escribir.
La poesía que ha estado desde siempre presente en nuestras vidas, que nos hace más llevadera la cotidianidad, la rutina, nuestros días tristes y nuestros momentos alegres, es precisamente en ella donde se encuentra un espacio íntimo entre las letras y los jóvenes. Termino citando las palabras de una alumna en el prólogo de su antología, y ella dice: “cada persona toma a la poesía como si fuera a transmitirlo a un hermoso lugar en donde todos podamos vivir con más tranquilidad, donde podamos expresar lo que sentimos, y es por eso que es mucho mejor escribirlo en el mundo de la poesía”, esto es, sin duda, el reflejo de un lector que va creciendo, uno de esos lectores perdurables y perturbadores que hace que la escritura, que la literatura y la poesía, valgan la pena .

REFERENCIAS:

-Barrientos, Carmen;1999. “Claves para una didáctica de la poesía”. En La poesía en el aula. Revista Textos. #21, julio.
-Colasanti, Marina;2004. “Una edad a flor de piel”. CONACULTA.
-Huerta, David;2005. “La lectura, los niños, los poemas y los muertos”. CONACULTA.
-Martín, Andreu;2004. “¿Por qué literatura para adolescentes?.CONACULTA.
-Montes, Graciela; 2001. La frontera indómita. En torno a la construcción y defensa del espacio poético. FCE.

Texto leído el 22 de Marzo de 2012 en el Marco de la Celebración del día Mundial de la Poesía, celebrado en la Facultad de Ciencias antropológicas de la UADY.

miércoles, 4 de enero de 2012

GONZALO ANTONIO GUTIÉRREZ AGUILAR

Nació el 12 de junio de 1935 en la ciudad y puerto de Progreso donde realizó sus estudios iniciales En 1955 decide ingresar a estudiar la carrera de medicina en la ciudad de Mérida, la cual abandona para ingresar a la UNAM donde después de varios incidentes logra inscribirse a la carrera de odontología, misma que abandona al año siguiente al darse cuenta que no era su verdadera vocación. En 1958 regresa a la ciudad de Mérida y ante la insistencia de sus padres por definir su situación decide, en primera instancia, irse a trabajar a Estados Unidos, sin embargo este intento fracasa y toma la decisión de regresar a la ciudad de México para trabajar de maestro. En febrero de 1959 realiza toda serie de gestiones para ser admitido como profesor, oportunidad que le brinda el profesor Edmundo Villalva Rodríguez, quien lo propone como maestro para una plaza vacante. Así, en marzo de 1959 viaja a San Juan Ixcaquistla, Puebla, lugar donde inicia su profesión de maestro, ahí le es asignada una plaza en la secundaria General “Rafael Ávila Camacho”. En 1959 ingresa a la Escuela Normal Superior de México para estudiar la carrera de profesor de Lengua y Literatura Españolas.


Por problemas familiares se ve en la necesidad de regresar a Progreso, Yucatán de emergencia y tiene que abandonar su anterior escuela, sin embargo, con ayuda de maestros y del propio sindicato le proponen la dirección de la Secundaria Federal de Hopelchén, Campeche, cargo que ocupa a partir de octubre de 1968. Al poco tiempo, en 1970, le notifican que es candidato a ocupar en Mérida, Yucatán la subdirección de la Secundaria Federal # 1 “Santiago Burgos Brito”, del turno vespertino, de la cual fungió también como director por varios años.
En 1978, junto con algunos amigos, el apoyo de las secundarias federales de Mérida y el entonces gobernador interino Víctor Cervera Pacheco, funda la Preparatoria Federal por Cooperación “Miguel Ángel” de la cual fungió como director por 6 años hasta que, en 1984, por motivos de salud la deja sin perder el contacto con la que fuera una de sus principales aportaciones a la educación de nivel medio superior del Estado.
En 1985 se convierte en el director de la Secundaria Nocturna del mismo edificio de la Federal # 1, donde permanece hasta su jubilación en el año de 1991 después de más de 32 años de servicio. Sin embargo, su verdadera vocación de enseñar lo lleva a continuar su labor docente, fundando la escuela de Regularización del ISSTEY junto con el profesor Roger Aguilar, lugar donde continuará con su incansable labor docente hasta que su estado de salud le impide continuar y lo obliga a retirarse por completo.
Debido a su trayectoria y su admirable labor docente recibió las medallas “Rafael Ramírez” e “Ignacio Manuel Altamirano” por 30 y 40 años de servicio, respectivamente.
Con toda una vida dedicada a la docencia y a la enseñanza, el profesor Gutiérrez Aguilar no sólo impulsó la educación media, y media superior en el Estado, sino que indiscutiblemente marcó una huella en cada uno de sus alumnos que aún recuerdan sus apasionantes y divertidas cátedras de Español en la Federal # 1. Compañeros, alumnos y familiares aún se acuerdan del profesor “Gonzalito” quien con toda la humildad que lo caracterizaba dedicó toda una vida a la noble labor de enseñar y, más allá de eso, de pensar en la formación académica de las futuras generaciones, consciente de que no hay mejor legado que la educación. Sin nunca haber tenido un homenaje o reconocimiento a su admirable labor sea esta una sencilla, pero sincera muestra de admiración por uno de los profesores que forma parte, con su ejemplo, trabajo y dedicación, de la historia de la educación de nuestro Estado.


Publicado en el Mensajero Escolar 2011.