
Publicada en 2005 “Crepúsculo” es el primer título de la tetralogía de novelas románticas de vampiros de la estadounidense Sthepenie Meyer; le siguen “Luna Nueva” (2006), “Eclipse” (2007) y “Amanecer” (2008). Definitivamente la llegada de estas novelas a México, y a toda Latinoamérica en general, ha sido un “boom” editorial que ha impactado principalmente en el público adolescente (situación que hace mucho tiempo no se veía), que está leyendo insaciablemente estos títulos, cosa curiosa, pues los jóvenes, como sabemos no son hoy en día muy adeptos a la lectura, y mucho menos de libros de más de 400 páginas como lo son las novelas de esta autora.
Traducidas a más de 20 idiomas, número uno en ventas en varios países y llevada a la pantalla grande convirtiéndose en un rotundo éxito taquillero a finales del 2008, “Crepúsculo” fue el despunte de este fenómeno editorial del siglo XXI. Casos parecidos se dieron con las heptalogías “Harry Potter”y “Las crónicas de Narnia” sólo que eran dirigidas a un público más infantil.
¿Qué será lo que atrae en estas novelas a los jóvenes? si nos damos cuenta que es la clásica historia de amor imposible que termina con boda e hijos, sólo que con vampiros poco tradicionales, por decirlo así, y con características un tanto diferentes a las que estamos acostumbrados a ver o leer, pero la fórmula es la misma de siglos atrás, de las telenovelas de hoy, de las películas de siempre.
Un caso curioso es que a Mérida llegó primero la película que el libro, muchos jóvenes acudieron a verla y, por alguna extraña razón, se interesaron en leer el libro, su sorpresa fue que en las librerías de la ciudad no habían y tal vez esto aumentó su curiosidad por saber qué pasaba con la pareja formada por Bella Swan y Edward Cullen. Afortunadamente unos meses después llegó a una librería la tan ansiada novela de Meyer junto con otros títulos de la tetralogía. Los jóvenes se han volcado a las librerías a adquirirlos, pese a que su costo no es del todo accesible, tal vez han gastado en los cuatro tomos lo que nunca se habían imaginado gastar en libros. Y no sólo es la cuestión económica sino el gran interés que muestran por estas novelas, incluso terminando un tomo en una semana. Para el lector común esto le será cotidiano, pero con lo que he observado en cuanto a lectura en jóvenes de 14 a 17 años créanme que esto es un verdadero récord para ellos, acostumbrados a leer por obligación en la escuela más que por gusto.
Y precisamente como docentes es una gran interrogante cómo es que un libro con una historia tan superficial y vana tenga tanto impacto en los jóvenes, mientras que nuestros esfuerzos por tratar de acercarlos al canon literario buscando los títulos más accesibles y adecuados para ellos resultan infructuosos.
Lo cierto es que, si con en estos títulos y temáticas se logra el verdadero objetivo de la didáctica de la literatura que es, según la Dra. Louise M. Rosenblatt “darle al alumno la forma de liberación emocional que todo arte ofrece, y al mismo tiempo, sin esfuerzo ni presión, ayudarle a obtener siempre múltiples satisfacciones en la literatura” entonces debemos de alguna manera reconocer que la tetralogía de Meyer es un vehículo idóneo para fomentar la lectura en los jóvenes, porque seguramente después de experimentar las bondades de la lectura estarán interesados en continuar con este hábito y es ahí donde podemos iniciarlos en la lectura de textos más “serios” y convertirlos así en lectores.
Publicado en Por Esto! 29 de mayo de 2009.
