jueves, 7 de mayo de 2009

EL ARTE DE SER MAMÁ


“Si te he dado todo lo que tengo, hasta quedar en deuda
Conmigo mismo, y todavía preguntas si te quiero…”
(Canción: “Tu de que vas” de Franco de Vita)

A mi mamá.

Existen muchas frases trilladas y hasta “cursis” que año con año escuchamos ante la celebración del 10 de mayo. Definitivamente no notamos la trascendencia de esta celebración hasta que somos parte de ella, es decir, hasta que somos mamás y nos conmueven esas frases y cursilerías que, en el fondo, queremos escuchar, porque son verdad y porque queramos o no nos llegan al corazón, mucho más si vienen de esa personita que nos llama “mamá”. Muchos opinan que esta fecha es pura mercadotecnia, creada para vender y vender, puede ser verdad, pero en realidad las mamás (la mayoría por lo menos) no estamos esperando el regalo costosísimo, sino el reconocimiento y el cariño de la persona que hemos esperado con tanto anhelo, a la que le hemos dado todo nuestro amor, por la cual no tenemos horario, nos desvelamos, nos impacientamos, nos preocupamos, en fin, muchas cosas más. Esperamos únicamente escuchar realmente palabras de cariño y un fuerte abrazo, porque sinceramente no hay nada más motivador que eso.
Definitivamente ser mamá no es fácil, sobre todo hoy en día cuando tenemos que dejar a nuestros hijos en guarderías, con las abuelitas o familiares mientras trabajamos, pero tiene aún más valor saber que lo hacemos por ellos mismos, por darles una vida mejor, tal vez mejor de la que tuvimos, esforzarnos todos los días con la única intención de que el día de mañana tu hijo se sienta orgulloso de su madre, al fin y al cabo, nuestra única recompensa. Creo que tienen mucho valor y es justo reconocerles a las mujeres que no sólo dan vida sino que luchan día con día, se esfuerzan, sufren y salen adelante solas o por sí mismas. Las mamás no somos perfectas, nos equivocamos, somos seres humanos, pero la sociedad siempre nos recrimina más; si una mamá abandona a su hijo no la bajarán de inhumana y demás, pero los papás que todos los días dejan a sus familias o que ni siquiera reconocen a sus hijos son, incluso, para algunos muy machos. Nada va a cambiar de esta situación, pero debemos reconocerles y demostrarles, sobre todo, nuestro cariño y admiración; decirle unas palabras de amor y de cariño, aunque sea en este día, no nos quitan nada y en cambio, para una mamá son palabras que hacen sentir algo que simplemente no se puede explicar con palabras.
De verdad que ser mamá es un trabajo de tiempo completo y para toda la vida, pero un trabajo que se paga con una simple sonrisa, con un dibujo abstracto hecho con todo el cariño de un niño, con un beso pegajoso por el dulce, por una flor robada de un jardín, con un collar hecho de pasta y también con un abrazo, el más sincero abrazo que jamás podrás recibir, de tu hijo alegre cuando regresas del trabajo. Ojalá y los años no hagan que los hijos se olviden de estos detalles porque todas las mamás esperamos pacientemente que este día alguien se acuerde de regalarnos un beso y una sonrisa.

2 comentarios:

Rodrigo E. Ordoñez Sosa dijo...

Excelente reflexión, es muy importante reconocer la labor de las mamás, porque siempre son ellas las que protegen y cuidan a los hios. Son la fortaleza de la casa y el espíritu que define la palabra hogar, con su amor y el respeto.

Hay muchos hijos que tardan en darse cuenta de lo importante que son las madre, otros saben que las madres no siempre son lo que deberian y lo único que queda es aceptarlas y seguir adelante.

pero en tu caso eres una mamá que cualquier hijo desear.

TE AMAMOS

Unknown dijo...

Hola rosely...
Gracias por invitarnos, y por describir lo que las mamás percibimos, queremos y esperamos. En lo personal, me fascina la mirada de amor incondicional que tienen nuestros hijos, creo que es una recompensa por todo lo que hacemos.
Un saludo. Ligia Caro.