viernes, 15 de mayo de 2009

EL DÍA DEL MAESTRO: HONOR A QUIEN HONOR MERECE


“La enseñanza que deja huella no es la que
Se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón
A corazón” (Hendricks, Howard)


Que la falta de reconocimiento en este día no sea motivo para dejar de hacer lo que nos gusta, por lo que vivimos, lo que día a día nos reconforta y nos hace ser mejores: enseñar.
Que las experiencias malas que hemos tenido se compensen con las sonrisas que recibimos todos los días, con los detalles de algunos de nuestros alumnos y con la satisfacción de verlos partir con la certeza de que algo bueno sembramos en ellos.
Que nuestros malos días no los paguen los alumnos y que los días felices los compartamos con ellos.
Somos más que un maestro, somos en ocasiones, amigos, mamás, papás, consejeros y confidentes.
Sabemos que el verdadero reconocimiento no está en el sueldo, ni en las palabras de agradecimiento que nunca llegan de las autoridades educativas o de nuestros superiores, ni tampoco de todos los alumnos, el verdadero reconocimiento y agradecimiento llega de algunos alumnos nada más que con una sonrisa te saludan o se despiden de ti, te escriben una notita, te mandan un mensaje o simplemente se acuerdan de ti después de años de no verte y eso es lo que más vale, porque al fin y al cabo, ser maestro es una verdadera vocación de amor y de dedicación y quien no lo vea así es porque no es un verdadero maestro.
Que todos los días tengamos la certeza de que el amor y la comprensión son el mejor camino para Educar.

1 comentario:

Rodrigo E. Ordoñez Sosa dijo...

Nada mas cierto que lo escrito aqui.En efecto, recuerdo maestros que iban por compromiso, te ensenaban por compromiso y no habia nada de corazon.

Educar es tocar el alma del estudiante, interesarlo en la materia y, sobre todo, hacerlo una persona critica.

Todo eso siento que lo has logrado, felicidades y en efecto, la mejor muestra de gratitud viene de quienes menos lo esperamos: los alumnos.

Felicidades y sigue escribiendo.....