martes, 11 de agosto de 2009

“MIL Y UN CAMINOS PARA ACERCARSE A LA LECTURA”


“En la lectura, las fronteras etéreas se diluyen”
Marina Colasanti

Este período vacacional o “receso” para docentes, niños, jóvenes y padres de familia es un buen momento para acercarse, fomentar y disfrutar de la lectura; para hacerlo existen mil y un formas y opciones que nos ofrece el amplio mundo de las letras , donde hay de todo y para todas las edades, gustos, intereses, economías, etc., lo importante es leer.
Además la tecnología nos ofrece también variadas opciones para deleitarse con la lectura, así como un fácil acceso a una infinita diversidad de textos para leer y disfrutar.
El escritor francés Michel Tournier decía que los libros “son como vampiros. Éstos, como aquéllos sus hojas, abren sus alas para surcar la sombra de la noche en busca de víctimas a las que se les extraerá la sangre que necesitan para persistir en su extraña vida de muertos vivos; aquéllos, los libros, se abren para sacar del lector la sangre de sus imaginaciones, de su hálito intelectual, y así viven, dormidos en la noche de su estar-cerrados, hasta que son abiertos de nuevo por otros lectores víctimas”.
Similar a Tournier muchos escritores han contado sus primeras experiencias o acercamientos con los libros y cómo llegaron a convertirse en fieles lectores y amantes de la literatura. Por ejemplo, Jorge Luis Borges alguna vez dijo: “Que otros se precien de los libros que han escrito, yo me precio de los que he leído”, y así se sabe, que su misma ceguera nunca fue un impedimento para hacerlo, pues hasta sus últimos años tuvo a personas que leían en voz alta para él. La lectura no siempre tiene que ser individual y en silencio, se disfruta también, como Borges, la lectura en voz alta; hoy en día los audiolibros son una buena opción para las personas que tienen dificultades para ver o para los niños que aún no saben leer y cuyos padres no son muy buenos o no tienen tiempo para narrarles historias.
No obstante, cada uno de los lectores tiene una propia historia de cómo fueron sus primeros acercamientos a la lectura, lo curioso es que casi todos coinciden en que fue en la niñez cuando descubrieron ese halo mágico que atrapa a los lectores, ya sea por medio de la denominada “literatura barata”, o de cómics e historietas y, algunos otros, que tuvieron la fortuna de contar con libros de obras maestras de la literatura universal como el caso del escritor mexicano Francisco Hinojosa, quien en una entrevista declaró que se inició en la lectura con “La metamorfosis” y “El castillo” de Franz Kafka, “La divina comedia” de Dante Alighieri y “Crimen y Castigo” de Dostoievski, y tan sólo tenía dieciséis años; hoy nos fascinaría que los jóvenes de esa edad estuvieran interesados y se formaran como lectores con alguno de estos títulos.
Similar a Hinojosa es el caso de Óscar de la Borbolla quien comentaba que sus primeras lecturas no fueron de literatura infantil, pues a los siete u ocho años llegó a sus manos un libro de Antonio Plaza “un poeta maldito mexicano”, como él mismo le llama, y de esa lectura le fueron interesando otros poetas como José de Espronceda y Ramón de Campoamor.
Cada experiencia de lectura es única e irrepetible, cada lector se ha iniciado de muy variadas e, incluso, curiosas anécdotas, lo que hay que hacer es perder el miedo o romper con el estereotipo de que los libros y la lectura son aburridos, cambiar esta perspectiva es difícil, más no imposible, todos, sin importar edades, condición socioeconómica, ni mucho menos física, podemos disfrutar de la lectura. Alberto Manguel, uno de los lectores en voz alta de Jorge Luis Borges decía: “Cada libro era un mundo en sí mismo, donde yo me refugiaba” y así como él, en vez de refugiarnos en otros lados (casi siempre en la televisión) mejor formemos parte de los que se refugian en la lectura.
Publicado en el Por Esto! el 5 de agosto de 2009.

2 comentarios:

Raúl H. Pérez dijo...

Así es Rosely, es difícil mas no imposible. Hay que seguir trabajado.

Saludos y gracias por tus comentarios en mi blog.

Unknown dijo...

Hola Rosely.
Efectivamente la lectura crea espacios únicos para el "adicto" a los libros y que existen nuevas formas de acercarse. Esperemos que nuestros jóvenes puedan darse la oportunidad de conocer ese "delicioso viaje".
Ligia Caro.