
Su origen es incierto, pero casi todos los libros que abordan este tema comentan que se originó de la tradición oral de los pueblos en Oriente, específicamente en la India donde se encontraron las primeras fábulas documentadas en El Panchatantra, cuyo autor se afirma fue el filósofo hindú Bidpai. Estas historias se dice que fueron traducidas en lengua persa, y posteriormente las conocieron los árabes.
En el siglo VI a.C, a través de Esopo, en Grecia se da un nuevo resurgimiento de la fábula junto con Fedro, en Roma. Ambos autores fueron esclavos que se desempeñaron como pedagogos y con sus relatos procuraban enseñar valores éticos a los niños a su cargo. Estas fábulas se clasifican hoy en día como Clásicas.
Con el paso del tiempo, autores como Tomás de Iriarte, Jean de la Fontaine y Félix Ma. Samaniego también escribieron fábulas variando la modalidad de verso y prosa, pero la mayoría estaban influenciadas por el cristianismo y planteaban la posibilidad del ser humano de cambiar su naturaleza y mejorar su conducta a partir, paradójicamente de ridiculizarla. Estas fábulas se clasifican como Neoclásicas.
A finales del siglo XIX y principios del XX se da una renovación en este género con autores como José Joaquín Fernández de Lizardi, y el cambio de 360 grados lo da Augusto Monterroso con su muy particular forma de escribir fábulas. También lo hicieron Emilio Rojas y José Rosas Moreno. Estas fábulas se clasifican como Contemporáneas.
Sin embargo, después de estos autores ¿quiénes han seguido fomentando este género? Es una lástima que no sólo se haya dejado de escribir fábulas sino que también haya caído en el olvido la utilidad que tienen, en especial en el campo de la pedagogía y la didáctica y no sólo para nivel de preescolar o primaria, son verdaderamente útiles e interesantes para los jóvenes y gente de todas las edades. Se debería retomar del olvido este subgénero que resalta los valores tan indispensables en nuestros tiempos y que día con día se están perdiendo. Desafortunadamente también se ha tomado una que otra fábula para convertirla en un juego de burla o de chiste tergiversando por completo la verdadera finalidad de las fábulas, tal como lo hace un famoso cómico mexicano que cuenta chistes muy largos y vulgares por cierto.
Por otro lado, también internet se ha vuelto una herramienta muy útil para difundir este subgénero a través de cientos de páginas, blogs, videos, etc. Es importante hacer que niños y jóvenes se acerquen a la fábula. Sólo como muestra aquí va una de mis favoritas.
LA RANA GRITONA Y EL LEÓN
ESOPO
Oyó una vez un león el croar de una rana, y se volvió hacia donde venía el sonido, pensando que era de algún animal muy importante.
Esperó y observó con atención un tiempo, y cuando vio a la rana que salía del pantano, se le acercó y la aplastó diciendo:
-- ¡ Tú, tan pequeña y lanzando esos tremendos gritos !
Quien mucho habla, poco es lo que dice.

Links recomendados:
http://www.educared.net/concurso2003/41/Mis%20Webs/index.htm
http://edyd.com/
Y uno creación de alumnos de la materia de Literatura 1 del COBAY plantel Kanasín
http://fablitkoke.blogspot.com/
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