domingo, 31 de enero de 2016

Dejando atrás el olvido. Sobre la novela inédita “El pacifista” del Dr. Pedro I. Pérez Piña

La literatura yucateca, tan ajena para muchos, tan necesaria y viva para otros, aún necesita hoy en día de múltiples voces que asomen para hacerse presentes en el panorama general del corpus literario que debiera incrementarse dado lo proficuo de las plumas que han surgido y continúan surgiendo en estas tierras yucatecas. Hace más de una década, como alumna de la licenciatura en antropología con especialidad en lingüística y literatura de la UADY, surgió del trabajo de titulación el interés por un escritor poco conocido y valorado que llegó a mí a través de mi asesora de tesis, la Dra. Margaret Shrimpton; se trataba de la novela “Atavismo” escrita en 1930 y galardonada en España, escrita por el Dr. Pedro I. Pérez Piña, nacido en 1888 en Ticul, Yucatán, pero quien viviera por muchos años en el puerto de Progreso. Fue así como inició el interés por difundir la encomiable labor literaria de este escritor, en ese momento vislumbramos su vasta producción únicamente en los datos biográficos, pues carecíamos de la mayoría de los manuscritos o ediciones de las novelas que escribió. Con el paso del tiempo, este trabajo de titulación se convirtió en el libro “Los olvidos de la literatura yucateca de principio del siglo XX: Pedro I. Pérez Piña”, editado en 2012 por Sedeculta, y quien nos diera la oportunidad el año pasado de poder reeditar la novela “Los irredentos”, misma que se presentó en el mes de noviembre en la Casa de la Cultura del puerto de Progreso. Ahí supimos la grata noticia de que Doña Nilde Pérez de Palma, escritora progreseña e hija de don Pérez Piña había recuperado un texto inédito de su padre, titulado “El pacifista”. Grata noticia dado los años que han transcurrido desde que falleciera en 1965 y pasara a formar parte del olvido de las letras yucatecas, probablemente por múltiples razones, pero ninguna de ellas válida como para dejarlo sepultado en el polvo de los archivos y bibliotecas familiares. A pocos días de la presentación de “Los irredentos”, la familia Palma Pérez realizó la edición de la novela “El pacifista” para conmemorar los 128 años de su natalicio, el pasado 25 de enero. Nuevamente fue la Casa de Cultura de Progreso (que debiera llevar su nombre, propuesta sugerida, y muy merecida, por el Mtro. Manuel Figueroa) el lugar para reunirnos a leer y recordar a un escritor que a través de sus palabras logra plasmar la hecatombe humana en sus diversas formas, pero, a la par exaltar el sentido de humanidad que a fin de cuentas resulta ser la intencionalidad de sus obras, recordarnos la importancia de los valores universales y fundamentales para cualquier sociedad.
“El pacifista” ha sido un gran descubrimiento no sólo para su familia, sino para sus lectores en general, descubro en esta novela una madurez intelectual y narrativa, la influencia literaria que nutre sus palabras y la sencillez para incluir, nuevamente, las voces de escritores como Mediz Bolio y Delio Moreno Cantón, a quienes se aprecia leyó y admiró aún siendo contemporáneos a él. Pero en esta ocasión hay también un sorpresivo giro en su estilo tanto en el tema como en la forma, con una innovación narrativa en el hilo argumental que precipitadamente considero pionero en Yucatán en esa estrategia, pero que requiere de un estudio mucho más profundo para llegar a ser una afirmación. Es sin duda alguna, Pérez Piña un escritor que se reinventa, nueva faceta que se vislumbra con esta novela, que al igual que las anteriores debe formar parte de la tradición y del corpus literario yucateco. La intencionalidad de la familia y de algunos que nos hemos sumado a ellos es precisamente el rescate y difusión de sus obras tan vivas, tan actuales, que aún escritas en el Yucatán de principios del siglo XX siguen haciéndonos vibrar y conmovernos al ver retratados en sus personajes y, sobre todo, en los diálogos, una verdadera conciencia social del escritor que seguramente decidió dedicar las pocas horas de esparcimiento que la profesión de médico le dejaba para plasmar sus ideas, visionarias en muchos casos, para advertirnos sobre las catástrofes que suceden cuando se pierde lo esencial, nuestro sentido humano. Es por esta razón que su familia, hijos, nietos y bisnietos siguen celebrando el encuentro afortunado de las obras de don Pedro Pérez Piña, celebración a la que nos sumamos quienes admiramos la obra de este encomiable escritor, que nos seguirá sorprendiendo, pues recién doña Nilde ha tenido la fortuna nuevamente de encontrar entre sus libros la novela inédita “Kamiro Yalu”. Yo pienso que los manuscritos de don Pérez Piña son como el “libro salvaje” de Juan Villoro, que van cambiando de lugar en los libreros sin que nadie se de cuenta y se aparecen y desaparecen a su antojo. Así le ha pasado a doña Nilde porque después de más de 50 años, creo que apareció esta novela en el momento adecuado, en el momento en que don Pedro Pérez Piña ya está convencido de que va dejando atrás el olvido para sorprendernos nuevamente y sobre todo para ayudarnos a sustentar que debe ser considerado ya un prócer de las letras yucatecas. Publicado en el periódico Por Esto! El Jueves 28 de enero de 2016.

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